martes, 24 de noviembre de 2009

Spotify ¿conseguirá ser rentable?


Probablemente Spotify es una de las herramientas que más están dando que hablar últimamente, quizá porque supone una superación de todas las fórmulas anteriores para gestionar la música en internet: en palabras de su fundador, "el futuro está en el acceso, no en la propiedad".

Básicamente, Spotify es una aplicación que permite escuchar música en el ordenador (también en el móvil) mediante un sistema de streaming. Es decir, que los usuarios no nos descargamos la canción en nuestros ordenadores (como en las aplicaciones P2P o en la propia iTunes), sino que únicamente se reproduce bajo demanda. Y además, es gratis. Gratis.

La empresa sueca (sí, como los de IKEA), ha llegado a acuerdos con las principales casas discográficas, de modo que el catálogo de Spotify es amplísimo. Por otro lado, el sistema de búsqueda es muy bueno (puedes filtrar por artista, por año, por género...) y también permite crear listas de reproducción con las canciones que selecciones. Eso sí, de vez en cuando te ponen algún anuncio.

No es que yo esté obsesionada con la rentabilidad de las empresas en internet, pero no puedo dejar de preguntarme qué modelo de negocio hay detrás. Porque lo que es ahora, tienen que estar perdiendo dinero a espuertas: Spotify paga a las discográficas una cantidad cada vez que se escucha una composición. Y los usuarios no pagan nada (salvo los premium, que tienen acceso ilimitado por 9, 99 al mes, además de otras ventajas). Únicamente escuchan algo de publicidad, no demasiada. Pero cualquiera que sepa algo de la rentabilidad que da la publicidad en internet sabe que, al menos ahora mismo, eso no les sostiene el negocio.

Es verdad que las grandes discográficas, por una vez, no están pidiendo anticipos millonarios. Y además, y aunque parece que nadie quiere dar información detallada, parece que también las discográficas forman parte del accionariado de esta empresa, que ven en Spotify la gran esperanza para reconducir a la gente de las descargas ilegales a una forma legal (y cómoda y barata) de obtener la música en internet.

¿Dónde podría estar el secreto? Quizá en que, con el tiempo, consigan que todos nos acostumbremos a escuchar música en Spotify. Ya van repitiendo por ahí que "cuando quieras música, Spotify es el referente, al margen de la plataforma y el formato". Y entonces, en ese momento, desde luego serán ellos los que decidan las reglas del juego, incluso la tarifa que cobren las discográficas. Todo depende del volumen y la implantación que consigan. Y parece que van por buen camino, con 800.000 usuarios en España.

Y eso que se supone para ser usuario de Spotify hace falta recibir una invitación. Según la propia empresa, hay más de 60.000 personas en lista de espera solo en España para obtenerla. En teoría, porque la empresa quiere ir conociendo bien a su usuario para darle un buen servicio. En la práctica, muy probablemente, para moderar el crecimiento de negocio y así ahorrar en costes y no arruinarse antes de poder demostrar que pueden hacerlo.

Peeero..., es casi un secreto a voces que hay una "puerta de atrás" (como siempre). Así que si quieres disfrutar de Spotify y de paso, acelerar el proceso, pincha aquí. Solo con crear una cuenta en este enlace, ya estarás contribuyendo a decidir si esta inciativa va adelante o muere de puro éxito, como otras. Aunque de momento, parece gozar de muy buena salud.

domingo, 22 de noviembre de 2009

De los mashups a ¿las prótesis de sentimientos?

Me tiene absolutamente alucinada el asunto este de las mashups y sus repercusiones en la sociedad.

A ver, vamos por partes: un mashup es una aplicación web que utiliza y "remezcla" contenidos de otras aplicaciones para crear un contenido web completamente nuevo. Un ejemplo de los que me sorprenden más son los mapas de crímenes: la base es Google maps, a la que se añade la base de datos de crímenes de la policía de Chicago. ¿El resultado? Un mapa en el que, por medio de puntos, se representan los crímenes cometidos. Así, las zonas de concentración de puntos son zonas, supuestamente, de alta peligrosidad. Y es la representación en el espacio la que permite sacar conclusiones diferentes a las que sacarías si vieras una simple lista de delitos. Porque... ¿que sentirías si justo delante de tu casa hubiera una enorme constelación de puntitos?


Otra posibilidad, mucho más conflictiva desde mi punto de vista, son los mapas del crimen en los que el contenido está generado por los usuarios a través de Wikimaps: cada uno puede, libremente, reportar el crimen del que tiene conocimiento, colocándolo en el lugar en que se ha supuestamente producido, e incluso, denunciar al supuesto criminal ¡¡en su domicilio habitual! Aquí tenéis un ejemplo, wikicrimes:


Jugando a imaginar (pero no es ciencia ficción, dado que las herramientas para ponerlo en marcha ya están disponibles), podríamos dar un paso más. Supongamos que transferimos el mapa del crimen de nuestra localidad a nuestro iPhone. Y lo programamos para que vibre en nuestro bolsillo cada vez que pasemos por una zona en la que se haya producido algún crimen, más fuerte cuanta mayor concentración de delitos se haya producido allí. Cualquiera tendría miedo al notar la vibración en su bolsillo, a pesar de que el hecho de que en una zona se haya producido un delito no implica que se vaya a volver a producir en el mismo momento en que tú pasas por allí. Sin embargo, en este contexto, el Iphone se convertiría en una prótesis generadora de sentimientos, miedo en este caso.

Aunque para miedo, el de pensar que una persona que comete un delito no podrá librarse del estigma aunque lo haya pagado, porque en lugares como California se puede publicar, con dirección completa, el nombre y apellidos de los delicuentes. ¿Dónde queda el valor de reinserción del sistema penal?

lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Un millón de dólares?

A menudo ocurre que no es fácil entender por qué las cosas funcionan (en este caso, económicamente) en internet. Y a menudo, el concepto clave es economía de la atención.

A ver: un chaval de 21 años decide un día de 2005 que necesita ganar un millón de dólares. La causa es buena: quiere costearse la universidad sin pedir un préstamo. Así que prepara una página web y anuncia que va a vender cada pixel a 1 dólar, en matrices de 10x10 píxels, hasta un total de un millón de píxels (una matriz de 1000x1000 píxels). La pregunta es, si no conocéis el caso, ¿cuántos diríais que puede llegar a vender?

Volvemos a la historia: la noticia corre por internet y el chico manda una nota de prensa, así que mucha gente oye hablar de esta peculiar idea y, sorprendida porque la idea les parece de lo más peregrina, empiezan a visitar la página. Y claro, en cuanto una página es muy visitada, siempre hay un anunciante interesado en esas impresiones. Así que algunas marcas empiezan a comprar pixels. La gente, que no puede creer que alguien esté comprando píxels, visita cada vez más la página para ver si es cierto y para ver cómo va la venta. Y como cada vez tiene más visitas, cada vez más patrocinadores compran píxels. Los últimos, de hecho, se subastan en ebay a muy buen precio.

Total, que el chico consigue su objetivo con creces, y la página (que Alex Tew, el protagonista de toda esta historia, se compromete a mantener siempre ahí) pasa a formar parte de la historia de internet.

¿Sabéis qué otra iniciativa no tardará en generar el millón de dólares de beneficio para su creador? La aplicación iFart, para Iphone, que simula el sonido de un pedo. Economía de la atención, sí.

Mejor cuanta más gente: ¡increíble!

Os propongo un juego: pensad en un personaje cualquiera, da igual que sea real o imaginario, actual o del pasado. Cuando lo tengáis pensado, pinchad aquí. Akinator, el genio de la web, os hará preguntas hasta adivinar vuestro personaje (tampoco os paséis, a ese que estáis pensando no lo conoce nadie). ¿A qué es sorprendente?

La verdad es que, aparte de curioso y entretenido para enseñar a los amigos, me encanta este juego (y otros similares) porque ilustra a las mil maravillas uno de los principios que O'Reilly acuñó en su artículo seminal What is web 2.0: "software that gets better the more people use it". En este caso, Akinator va a aprendiendo de las respuestas que dan los usuarios, y acumula en su base de datos cada vez nuevas informaciones. Así que, si no te ha adivinado el personaje en el que hayas pensado, por favor, dedica un par de minutos a añadir los datos del personaje, los que jueguen más adelante te lo agradecerán.

Por cierto, y solo como nota curiosa, ¿adivináis quién es el personaje más jugado? Podéis verlo en estadísticas, qué originales somos... Por favor, quien haya hecho la prueba con ese personaje, que ponga un comentario y confiese en esta misma entrada :)

domingo, 15 de noviembre de 2009

Facebook en la vida real

¿Un hombre desnudo en la cama de tu pareja? NOOOO, no es lo que parece. Pero es verdad que si extrapoláramos lo que hacemos en las redes sociales a nuestra vida real... ¡qué cosas más raras haríamos!

A veces, uno entiende cómo funcionan las cosas, participa en ellas y da por supuesto que son cómo son.

Y luego, de pronto, llega alguien con una buena dosis de humor y de pensamiento lateral y te pone delante esa misma cosa, pero vista desde su particular perspectiva. Y te regala una nueva forma de ver, una mirada mucho más crítica y divertida.

Eso me ha pasado a mí con este vídeo: en realidad es un trailer para anunciar un libro (estoy tratando de encontrarlo), pero ofrece una transposición de Facebook a la vida cotidiana que te hará, como poco, sonreír.

Experiencias 2.0: SM doscero

Quiero compartir con vosotros una iniciativa que llevamos a cabo en mi empresa este mismo año y que para mí fue muy reveladora: sm doscero.

El planteamiento fue el siguiente: buscamos tres personas, una que restransmitiera el acto en Twitter, otra que documentara el acto con fotografías que iría subiendo a flickr y una tercera que grabara vídeos y los colgara en youtube.

Aunque la forma que elegimos fue la de un blog en la que íbamos comentando todos los aspectos, la iniciativa era mucho más que eso: era un intento de utilizar las nuevas herramientas 2.0 para hacer partícipe de un acto a toda una comunidad, pero también, de establecer una intensa conversación con los participantes en los premios de literatura infantil y juvenil El Barco de Vapor y Gran Angular (aquí las bases).

Los "reporteros 2.0", seleccionados entre chavales con más de 17 años muy vinculados al mundo de la LIJ y de las nuevas tecnologías, realizaron un trabajo excelente, además de disfrutar de la noche.

Pero quizá lo más interesante, por inesperado, fue la conversación que tuvo lugar en los meses posteriores. Cuando se hizo público el fallo, muchos escritores que se habían presentado y no habían ganado dejaron su comentario en el blog. Más tarde, hubo una interesante discusión sobre los criterios del jurado en los premios literarios. Y poco después, cuando los libros ganadores se publicaron, la conversación se convirtió en crítica literaria de esas obras. Estos comentarios nos dieron, como editores, una gran cercanía y un interesante conocimiento sobre los deseos, motivaciones y sueños de mucha gente.

Muchos internautas nos agradecieron la inciativa. Nosotros agradecimos de corazón todas y cada una de las intervenciones, porque nos hicieron aprender y entender mejor muchas cosas.

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Quién soy?

Presentarse en un blog es un poco extraño: uno no termina de saber quién aterrizará por aquí, así que tampoco termina de imaginar qué tipo de información acerca de uno mismo puede resultar interesante.

En fin: soy editora de libros infantiles y juveniles y madre de trillizos; o madre de trillizos y editora de libros infantiles y juveniles, no lo sé. La verdad es que no sé cuál de las dos cosas determina más mi vida, mi percepción de las cosas, mi actitud ante el mundo...

Me importa la educación desde cualquiera de sus ámbitos, por eso di clase en una academia y después en un instituto. La idea de que un libro de texto es un altavoz me llevó al mundo de editorial. Y más tarde a coordinar una página web para jóvenes con formato revista, hoy desaparecida, llamada www.fueradeclase.com.

Un tiempo después tuve la posibilidad de continuar mi carrera como directora editorial de los libros de ficción y no ficción de la editorial SM. Y ahí estoy, feliz, desde hace ocho años, casi los mismos que tienen mis hijos.

Convivo con un enamorado de la tecnología, consultor por más señas, que me tiene al día de casi cada aplicación, cada innovación y cada movimiento en un sector muy cambiante.

Creo que para el sector del libro estamos ante la revolución más importante después de la invención de la imprenta. Y me siento afortunada de vivir este momento. Hay mucho que hacer, y quizá el sector va un poco lento, pero los próximos años van a ser cruciales. Ante ello, solo puedo pensar ¡manos a la obra!